jueves, 18 de diciembre de 2008

Navidad Cristiana y la Navidad Consumista

En esta navidad haz algo diferente, haz regalos pero no a tus familiares y amigos que no lo necesitan, haz regalos a los mas pobres de tu sociedad a los que no pueden devolverte y que realmente los necesitan.
Si hace eso Jesús nacerá en ti, porque asi vives el evangelio, además ellos los pobres te lo agradecerán quizas sea el único regalo que reciban en esta Navidad.
La navidad es tiempo de compartir, pero no seas tonto comparte con el que no te puede devolver nada a cambio, para que Jesús sea el único que te devuelva.
Jesús hoy se viste de pobre de mendigo y toca a tu puerta, serás capaz de cerrarle la puerta y no darle aquello que el te viene a mendigar. Entregale el corazón, pero tambien entregale tus bienes, entregate por entero. No solo des migajas, date a ti.

En contraste con las Niñas y Niños que en la carretera están en los semáforos pidiendo dinero hasta las 10 u 11 de la noche, están todas las luces de los grandes hoteles y restoranes de lujo. Vivimos dentro del torbellino comercial de las compras y más compras, de los regalos y más regalos. Es el torbellino Consumista que tiene su dios y sus ídolos: Santa Claus y el dinero. Tiene también sus Santuarios: los grandes centros comerciales. Y todo esto en nombre o con el pretexto de la Navidad. Esta navidad comercial es buena noticia para los que tienen dinero, para los comerciantes, para los que reciben costosos regalos, para los Medios de Comunicación que rebosan de anuncios y más anuncios muy bien pagados.
Bueno de esa Mesa rica también caen algunas migajas - como caían de la mesa del Epulón que critica el Evangelio. Migajas para los pequeños comerciantes, para los taxistas que hacen su agosto en diciembre, y para las Niñas y Niños pobres que reciben como gran cosa, un juguetito. Sin duda hay sus excepciones, hay gente que tiene dinero, que son justos en su trabajo y pago de salarios, y que comparte con buena voluntad unos regalos para las Niñas y Niños desamparados. También hay gente de clase media y gente pobre que comparte con los más pobres. Hay excepciones, pero en general el torbellino comercial y la competencia de regalos, nada tiene que ver con la Navidad Cristiana.
Veamos algunos contrastes o mejor dicho contradicciones.
Jesús es la Buena Noticia de Dios para los Pobres a los que se anuncia la gran alegría del Nacimiento del Salvador. La navidad comercial es buena noticia para los ricos que ponen su salvación en el dinero y en el poder. No es buena noticia para los pobres. En la Navidad Cristiana el primer anuncio es a los Pastores Pobres. En la Navidad Comercial el primer y principal anuncio es para los que tienen dinero.
Jesús nace pobre y entre los pobres rodeado del amor y cariño de María y José. Jesús al nacer no tiene casa. En la navidad comercial, el que nace, renace y se multiplica es el dinero para comprar y gastar en regalos, grandes cenas, grandes paseos.
Jesús es la Buena Noticia de Dios para la Humanidad y especialmente para los Pobres y Oprimidos. La navidad comercial puede tener imágenes de Jesús en sus centros comerciales, pero su dios es Santa Claus con su risa hueca.
En el centro de la Navidad Cristiana están la Justicia, el Consuelo de Dios y la verdadera Paz. En el centro está Jesús.
En la navidad comercial y en el desenfreno consumista, no está Jesús en el Centro. Y en ese mundo domina, campea la injusticia. El consuelo que ofrece al pueblo es propaganda comercial, el que los pobres puedan ver los aparadores o se frustren más por no poder comprar buenos regalos. El consuelo del mundo neoliberal son palabras, palabrería: nos irá mejor con el TLC. La felicidad está en los buenos regalos. Y también están las promesas politiqueras de que nuestra Nicaragua será mejor cuando ellos gobiernos y se satisfarán las necesidades y sueños del pueblo. ¿Cuántos políticos electores, son Santa Claus con otro disfraz?
Y la Paz ¿ cómo puede haber Paz sin justicia? Para Bush, como antes para Reagan y mucho más antes, para los conquistadores y todavía más antes, para el imperio romano que dominaba en tiempo de Jesús, la paz, su paz es impuesta por la guerra. La paz es la sujeción, el dominio y todo el poder.
La Paz que trae Jesús a todas las Mujeres y Hombres de buena voluntad, es la paz de la verdadera fraternidad, de una vida humana íntegra. Es la paz fruto de la Justicia y del Amor. Es la Paz en que se respeta a los más pobres y oprimidos y en la que tienen un lugar especial los Niños y Niñas hoy tan abandonados.
Jesús mismo fue emigrante, con María y José. Y cómo celebran la Navidad tantos Nicas emigrantes en Costa Rica o rumbo a Estados Unidos.
La Navidad es recibir a Jesús con su vida, su mensaje con su clamor por la Justicia y su Mandamiento del Amor. Y esta Navidad, está ocultada y como dice Don Pedro Casaldáliga: Santa Claus se ha robado del pesebre a Jesús. Sí se lo ha robado de muchos corazones, y en su lugar ha puesto al dios dinero, al consumismo. Y en lugar del sueño de Jesús, el Reino de Dios, una vida más humana y más justa, en su lugar está el comprar y comprar, tener y tener más. En lugar de la fiesta cristiana, de la alegría en Jesús, la fiesta se mide por la abundancia de comidas, de bebidas y regalos. Y allí ¿ dónde quedó Jesús? ¿Cómo lo haremos presente en verdad en esta Navidad? ¿Cómo contribuimos a que sea Buena Noticia para los Pobres?