de la Comunidad de Monjas Carmelitas del Monasterio
Santa Teresa de Jesús. 1982-2007
Gracias Señor por tu infinita bondad y fidelidad para con nosotras en estos 25 años de fundación.
Gracias por tu amor providente, manifestado a través de los múltiples bienechores y amigos que nos han ayudado a vivir nuestra vocación Carmelita a favor de toda la Iglesia.
Reseña Histórica
Su eminencia el Cardenal Octavio A. Beras R. tiene un gran amor a Santa Teresa de Jesús, de aquí le surgió el deseo de tener un Monasterio de Monjas Carmelitas en la Arquidiócesis, pero al dimitir como Arzobispo de Santo Domingo no se llegó a realizar.
Al ser nombrado Arzobispo de Santo Domingo, Primado de América S. E. Mons. Nicolás de Js. López R. con gran interés y entusiasmo mostró el deseo también de una fundación de Monjas contemplativas, lo cual pidió al Rvdmo. P. Falco Thuis, Prior General de nuestra Orden del Carmen y le fue concedido. Así nuestra comunidad comenzó el día 15 de octubre del año 1982 con ocasión del IV centenario de la muerte de una hija ilustre del Carmelo Santa Teresa de Jesús. Por este motivo S. E. Mons. Nicolás de Js. López R. sugirió que dicha Santa fuera su titular, de aquí que el Monasterio lleve su nombre.
A tan feliz propuesta del Señor Arzobispo de Santo Domingo, accedió nuestro P. General dando su consentimiento.
Contribuyeron:
El Rvdo. P. Jaime Andrade (E.P.D) O. Carm. Delegado General de Monjas; el Rvdo. P. Rogelio Mur O. Carm. Vicario Provincial del Caribe y el Rvdo. P. Ignacio Oyarzábal O. Carm. Vicario Provincial y Director del Colegio San Pío X.
La comunidad fue formada por seis hermanas provenientes de tres Monasterios:
Del Monasterio Ntra. Sra. del Carmen de Santiago de los Caballeros, República Dominicana;
Hna. Teresita de la Cruz ;
Hna. Natividad de María, Cruz.
Hna. Myrna de Jesús. Pacheco;
De los Monasterio de España:
del Monasterio de Villalba del Alcor, Huelva,
Hna. María José Bernal.
del Monasterio de Utrera, Sevilla,
Hna. Teresita del N. Js. López y Hna. Margarita
de Cristo Rey Vargas;
La comunidad quedó instalada en una casa propia en Villa Mella durante dos años. De aquí pasó a Los Prados, en el Colegio CONSA por tres años mientras se construía el nuevo y definitivo Monasterio en Engombe.
Es hora de caminar hermanas Porque nos falta mucho que orar y trabajar por los sacerdotes y el bien de toda la Iglesia.
El Profeta Elías
es también un poderoso ejemplo de vida contemplativa para la Carmelita. Ella tiene una vocación que es contemplativa y profética. No está llamada a predicar en público, pero el testimonio de su vida nos recuerda a todos la importancia de la escucha de la voz de Dios en la brisa suave o en el silencio. (1Re 19,12) Una vez que hayamos oído esta voz, nos sentimos cambiados para siempre.
(De la carta del prior general Joseph Charmers, O.Carm. A la familia Carmelita, con ocasión del 550 aniversario de la Bula Cum Nulla)
Hoy hace 25 años de nuestra presencia en esta arquidiócesis de santo Domingo.
Nuestro Monasterio fue fundado por petición de S.E. Rvdma. Mons. Nicolas de Jesús Cardenal Lopez R.
El día 15 de octubre de 1982, con ocasión del IV Centenario de la muerte de
Hacemos memoria de todo el camino que Yahvé nuestro Dios, nos ha hecho recorrer durante estos 25 años en el desierto para humillarnos, probarnos y conocer lo que había en nuestro corazón: si íbamos a guardar sus mandamientos o no.
Nos humilló nos hizo pasar hambre, y después nos alimentó con el maná, para hacernos saber que no solo de pan vive el hombre, sino de lo que sale de la boca de Dios. No se nos gastó el vestido, ni se hincharon nuestros pies a lo largo de estos 25 años, pues el Señor nos llevaba sobre alas de águila . Deut. 8, 2-4
Hoy exultamos de gozo y agradecimiento al Señor, a
Invitamos a nuestros familiares, amigos, bienhechores y a todo el pueblo santo a unirse a nuestro canto de acción de gracias al padre, al hijo y al espíritu santo por la vida de este monasterio, en medio de este pueblo
El monasterio
El monasterio es el desierto donde habitamos colaborando con Dios en la obra de la salvación y llevando vida solitaria en común, es decir, acomodada a la disciplina conventual. Aunque pasamos en la celda parte de la jornada, nos reunimos para celebrar las alabanzas divinas y
En silencio y soledad, pero unidas a todo el sufrimiento de la humanidad y la creación en la espera anhelante de la liberación final.
En este mundo que busca cada vez más la globalización, nosotras monjas contemplativas, buscamos ser unas en el amor de Dios que es donde verdaderamente se da esa globalización que la humanidad busca. En el corazón del Padre nos encontramos todos, ahí no se excluye a nadie, hay espacio y lugar para todos, no hay pobres ni ricos, pues en El todos somos hijos con la misma dignidad.
